sábado, 27 de julio de 2013

PASAXEIROS COMO TODOS(dedicado as víctimas do accidente de tren en Santiago)

PASAXEIROS COMO TODOS(dedicado as víctimas do accidente de tren en Santiago)

Cada vida que pasa procrea na luz da memoria.
Hai pouco eramos feras que negaban a fraxilidade
do mundo-qué hai mais permanente que o ensimismamiento,
o encontro na palabra, a visión dunha terra fecunda,
o xardín dos nenos ou a razón que vertida ao sentir
entrégase ao dialogo amable-. Un manto de calígine rouba
ás pálpebras o día, caen as sombras como afiadas
agullas, as voces feridas esixen un segundo de esperanza.
Nada queda aquí salvo a dor cega, o incomprensible
designio da morte que ignora o berro febril da inocencia.


PASAJEROS COMO TODOS(dedicado a las víctimas del accidente de tren de Santiago)

Cada vida que pasa procrea en la luz de la memoria.
Hace poco éramos fieras que negaban la fragilidad
del mundo-qué hay mas permanente que el ensimismamiento,
el encuentro en la palabra, la visión de una tierra fecunda,
el jardín de los niños o la razón que vertida al sentir
se entrega al dialogo amable-. Un manto de calígine roba
a los párpados el día, caen las sombras como afiladas
agujas, las voces heridas exigen un segundo de esperanza.
Nada queda aquí salvo el dolor ciego, el incomprensible
designio de la muerte que ignora el grito febril de la inocencia.

miércoles, 24 de julio de 2013

Habitación de hotel frente al mar

He confundido los elevadores con las venas del tiempo.

Un rostro, dos, los ventanales que engullen el mar,
el quién y el aquel en la pregunta de un teléfono móvil.

Son opacos los sentimientos, pero la sincronía escribe
flores negras en el devenir que sucumbe como la ola
naufraga.

El día mira el azul y las góndolas prohibidas.

El reloj late horizontal como un murmullo de ciempiés.

Son las horas el infantil quejido de esa luz
que vaticina su ocaso de inmemoriales espejos,
su voz de nauta.

sábado, 20 de julio de 2013

Contra la claridad

La claridad no es un don que impasible se ofrezca.

La claridad hiere las pupilas que aman la noche.

Hay en su ceguera un poso de obscenidad, una mirada
que desnuda el verbo intimo de lo oscuro.

La claridad agosta la flor del misterio.

martes, 16 de julio de 2013

El enterramiento

Por el triángulo de cal un hombre se aleja.

¿Cómo mirar un mapa de carreteras sin que nadie
anuncie la cicatriz del olvido?

Hay en la memoria un eco abstracto de voces o palabras,
de anticipos y renuncias.

No dibujamos la luz que yace, su caoba o sus flores
duermen como mariposas ciegas.

El trayecto merodea con susurros que son un río de antifaces
en el mediodía de julio.

¿Existe un trono en este jardín de almizcle?

Y es que ahora sólo se trata de seguir el ímpetu de la oración
mientras invisibles palomas se acuestan en el hombro de los recuerdos
y la paz(no la paz de las banderas, tan transitada, tan nombrada
como un sol).

Huele, sí ,el calor a bondad(tardía como el frenesí de un sueño),
pájaros azules en la añoranza, otros países en el verbo,
simulacros antes de que un automóvil escupa sus entrañas
en el corazón de la lujuria.

Y luego la doctrina aprendida por los fieles del naufragio,
el robinson amargo de los trampolines cuando extemporáneo
el mimetismo nos duela como un golpe o un ácido que ha roto
su círculo.

No existe candil en este frontispicio de azares, ni lógica que enrede
las agujas del tiempo en su razón misteriosa.

Queda la memoria de una piel hablante, la apariencia diminuta
de las horas que cuecen su cariño de alas sin nombre.

Quedas tú o queda ella, el roce de las heridas que persisten
en la ingravidez del día.

domingo, 14 de julio de 2013

Encuentro efímero

Hallarás un cuerpo de veintiséis vértebras.

Y tras él la canción prohibida, la magia de las noches
sin luz, el hermoso eclipse de las enaguas.

Ella busca el refugio de aún no sabe qué, sus pisadas
huelen a melancolía, a ginebra, a dosis de paz.

“Cuando dos extraños se miran el alma
el miedo se desvanece”.

Pero no es así, porque las sombras conducen a un lugar
dorado, a sus ríos atentos al color, a sus cicatrices
de fulgor y astucia.

¿De verdad es tan fácil escribir sobre el futuro?

Yo sólo sé que la perpetuidad engendra soliloquios.

viernes, 12 de julio de 2013

Dios y el erotismo según Bataille




"Cada uno de nosotros es incompleto comparado con otro: incompleto es un animal comparado con una persona, y una persona comparada con Dios, que es completo sólo en la imaginación".

"Hay en la muerte una indecencia, distinta, sin duda alguna, de aquello que la actividad sexual tiene de incongruente. La muerte se asocia a las lágrimas, del mismo modo que en ocasiones el deseo sexual se asocia a la risa; pero la risa no es, en la medida en que parece serlo, lo opuesto a las lágrimas: tanto el objeto de la risa como el de las lágrimas se relacionan siempre con un tipo de violencia que interrumpe el curso regular, el curso habitual de las cosas. Evidentemente el torbellino sexual no nos hace llorar, pero siempre nos turba, en ocasiones nos trastorna y, una de dos: o nos hace reír o nos envuelve en la violencia del abrazo... Es debido a que somos humanos y a que vivimos en la sombría perspectiva de la muerte el que conozcamos la violencia exasperada, la violencia desesperada del erotismo".

martes, 9 de julio de 2013

La verdad

Y es que en fin la oruga volvía a levantar cabeza.

En mi habitación, conversando con la luz,
sobre la cama un libro de Bataille,
con sus infatigables delirios
sobre el amor, el sexo
y la muerte.

Si, me digo, el antiguo conflicto entre eros y tánatos,
el impulso suicida igual que la nostalgia
por un tiempo sin fe.

Y todo antes de que la inocencia sucumbiera en manos de la culpa....

“Tu padre morirá de cáncer”, eso dijeron.

Supongo que él esperaba alguna forma de gratitud
o de piedad
o quizá el bálsamo de una mentira.

¿una mentira?

jueves, 4 de julio de 2013

No sé si recuerdas aquel verano

En mi vientre hay un sueño de bicicletas.
La casa exhibe su rostro fugaz de blancura
invencible. Es vieja la memoria del jardín,
una flor llamada hortensia, la sinrazón
de las margaritas, la costumbre ciega
de las rosas. En el suelo, como un niño
dormido, las aguas avanzan. Tú cocinas
la virtud con los collares del ardid, con la
caricia insípida del claroscuro. En los pueblos
la luz es el sonido, la crisálida que revienta
sin dulzor, el ritmo que los dioses dibujan
desde su nadir a su alba. Podría contar historias
que han nacido tarde, de esqueletos o de ríos
varados en un nombre. Podría escuchar la música
de los relojes anfibios, el murmullo triste de las
palomas cuando azulea su corazón y se divierten
con la fe o su signo. Podría entender a los perros
que habitan la palabra adiós o desnudar las raíces
de una quimera o confundir un párpado con mi
orilla gris. De ti a mi no hay más distancia
que una nube. Una sola nube de espanto.

lunes, 1 de julio de 2013



El viaje nos permite vivir otras vidas. Imaginar que somos otros, que nuestros días se escriben bajo otro cielo, en medio de otra gente, en la cercanía de un mar, una colina o un río cuya familiaridad interiorizamos igual que una música escuchada en el arrullo de la infancia.