sábado, 1 de marzo de 2014

Los dias neutros



A menudo el después no sobrevive.
Hay un único territorio que ya
no es azul. Los ritmos buscan
el pálpito de la noche igual que
gorriones sin cielo. Las palabras
dejan de ser luz, misterio y canción.
La terrible costumbre de los días
neutros se posa en la piel vistiendo
un humo senil como frío o tenaza.
Tal vez-te dices- otro paisaje, otras
lenguas, otro mar sirvan como don,
milagro o aurora. Pero es inútil habitar
la mentira, podrás mudar el rostro,
proseguir aún, lo mismo que un eje
que se atornilla a la madurez, encender
las espitas de la voluntad y destruir
el soliloquio de la inocencia. Seguiréis
siendo tú y la vida, la vida y tú.

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