La faz del edificio es un pendiente
roto. Su forma de tocado ambiguo
puebla el aire.¿Qué color yace en
sus maderas heridas por la luz?
Dentro, la geometría del absurdo
crece como un tapiz de hilos
ahuecados. El río calla, la vida
calla, porque nosotros ya no somos
nosotros. La tarde roe sus últimas
conquistas. Que venga a mi la noche.
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