sábado, 4 de julio de 2015

Maria Casares y Albert Camus



"Durante la época en que conoció a María Casares, el autor de El malentendido abandonó Combat y dejó el periodismo activo. Por esas mismas fechas, Gérard Philippe encarnó con éxito su Calígula. Esta ruptura gradual con el comunismo soviético lo condujo también al distanciamiento con Sartre —“un seductor inteligente”, según María Casares—. Sartre apoyaría los procesos de Moscú, mientras Camus los rechazó, criticando al filósofo por su complicidad con el totalitarismo ruso, ya por aquel entonces culpable de millones de muertos. A consecuencia de esta postura, Camus sufrió un aislamiento cada vez mayor por parte de la izquierda francesa.

En el estudio de la calle Vaneau, María Casares y Camus intercambiaron ideas y proyectos. Él le hablaba del implacable sol mediterráneo, mientras ella le describía las brumas y las lluvias lacerantes de su oceánica Galicia, donde su padre había sido declarado por el nuevo régimen franquista como “no nacido”. Allí en aquel estudio se encontraron dos isleños, dos extranjeros, dos exiliados del mundo, y su pasión surgió de este destino compartido, de esa conciencia de los males que la propia humanidad se inflige constantemente a sí misma. A la pasión amorosa inicial Camus impuso sus contradicciones (él era el primero en denunciarlas) y fidelidades. Unas y otras no condujeron a buen puerto esta unión que, intelectual y amistosamente, siempre permaneció firme. La muerte violenta y repentina del autor de La peste, en 1960, supuso un duro golpe para la actriz. En aquel momento, él tenía 47 años y María, 36. María habla en sus memorias de amputación. A través de Camus, María había comprendido el alma de su país de acogida. Galicia, España, Francia, se fundirán en las páginas finales de Residente privilegiada, un libro de memorias excepcional. El destino se encargó de reunir a tres seres muy poco habituales: a Santiago Casares Quiroga, a María Casares y a Albert Camus, anfitrión de lujo de estos náufragos republicanos que supieron mantener el honor y la dignidad de la España peregrina".

No hay comentarios:

Publicar un comentario