sábado, 23 de abril de 2016

Siempre te imagino distinta

¿Cómo es el inicio de una noche volátil?

Nos baña la luz
igual que una ola de estrellas;
tú has dicho algo que se perpetúa en los rostros
que nos circundan,
yo finjo que la mirada no ansia el tesoro
de tu presencia, el hogar maldito de tu palabra.

Se cuece el licor en la copa traslúcida
donde mis manos acarician
la superficie bruñida
de un cristal informe.

¡Qué más da si en un pequeño trazo
se dibujan las amantes perdidas,
los aventureros locos,
los ángeles sin nombre y los demonios con él,
los niños que flotan en el aire
como murciélagos blancos!

Otra vez te imagino
mientras los poetas languidecen con la música,
mientras brilla en mi garganta el aguardiente verde
de la consolación
y en tu piel la lluvia es solo un espejo líquido
donde pronto entraré
para volver a ti.

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