martes, 3 de enero de 2017

El miedo

Puedes aullar en mi nombre y yo no estaré.
¿Qué luz si sólo busco el embrión que fui?
No como, no vivo, se agitan las lámparas
y sé que alguien es. Me acechan cinco
dedos de esparto con su corazón lívido.
Madre dice que padre se retrasa, la música
huele dulce como pan de azúcar. Pronto
volverá el pájaro con sus alas de ámbar,
los silencios que anuncian la llegada del día
o de la noche. Soy historia o número, viaje
sin mapas, sábana que crece hasta mis ojos
que sueñan. Tengo dieciséis años de vida.
¿A quién se lo digo?¿en qué nube escribiré
mi futuro?¿vendrá ya la penumbra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario