sábado, 29 de julio de 2017

Primer día de vacaciones

Parece que hubiera más horas en el sueño de vivir.
Nada que aguarde la presencia de mí con la meticulosa
mentira del reloj, nada del frío y de las luces apagadas,
nadie que me acompañe en el mediodía de los cafés
cuando el desahogo son historias cercanas, sucesos
de telediario, miedo al futuro. Hoy la luz es un mirlo
en el ventanal, entre las sábanas el desnudo de los cuerpos
late bajo una pátina de hilos invisibles, el calor asoma
su rubia cabellera en el dibujo de las cortinas, el silencio
somos tú y yo con las alas crecidas. Está escrito el verano
en tu pecho de albor; yo imagino olas en tu vientre,
un césped húmedo donde el sol ocupe un triángulo
cálido junto al mar de tus ojos, en la espesura
abigarrada de un tiempo infinito.

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