sábado, 4 de noviembre de 2017

El pis

Me gustaría que fuera
arco iris sobre la raíz árida.

No la fuga,
no la canción del óxido.

Es un acto de amor
sobre la porcelana,
el alivio de los pájaros
de un único trino,
la dársena que se vuelve sombra
en el rectángulo de una parte
que ya no eres tú,
las gotas
eternamente libres
de la desobediencia.

Te acomodarás como una estatua
que fluye, el desborde amarillo
criará fantasmas o manantiales
que en un segundo cesan.

Tú y yo, baño amigo,
entretejemos la intimidad,
y nos duele la insolencia de la luz,
el ruido que las cisternas concitan
igual que un arpegio
o una despedida fugaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario