viernes, 26 de abril de 2024

Vida cotidiana

 

El confín de la pared granulada entre las sombras del pasillo,

suena un timbre y el silencio se hace viento de música,

anuncio de proximidad en la mudez de la estancia,

calor humano y palabras en la boca de la mujer o el amigo.

Llega la luz con el estigma de los días golpeando la sed omnívora

de las ventanas y este olor a leche y pan rubio, a dulce de miel

y té humeante que recorre la cocina con efluvios de canción

en el nuevo despertar a la eterna memoria del mundo.

Y tú me acompañas con una ordalía de luz bienhechora,

con la taza de café entre las manos como si cobijaras

un pájaro herido por la guerra infinita de los hombres;

cálida como el abrazo que dejaste en el arrabal de mis sueños

al volverte hacia mí, besándome como se besa a la luna

cuando el sol aparece con su roja luz de alba y ya nada

existe en la oscuridad que no sea fruto de olvido.

jueves, 25 de abril de 2024

El pájaro y la lluvia

 

Qué mansedumbre de alas flotando sobre el manantial de la vida.


Lluvia y silencio en las horas de la quietud

cuando el vergel vive entre las nubes del agua

como una resurrección de álgidas flores

y tallos que se encumbran lo mismo que índices

hacia el azul del cielo.


Y vienes tú con la tarde en las mejillas,

ajena a la constancia del manso fluir de la lluvia

que moja el abril de tus ojos ya para siempre húmedos

como si lavaras tus pupilas con el sol fértil de las moléculas

que en el candil de los iris brillan igual que astros bendecidos

por tus pestañas enhiestas.


Y te ves en los charcos de la melancolía con tu ayer de margaritas deshojadas,

con los labios rojos de la juventud blandiendo su bandera de amor,

con las historias que fueron fanal en la penumbra de un túnel sin salida,

con los arpegios de una música que aún resuena en tus oídos

como una fuente de paz en los jardines del recuerdo.


Ahora yo soy el pájaro sin alas y tú la jaula abierta

que recoge en su bebedero el agua de la vida.

En ti hay futuro, en mí ya no sonríe la esperanza.

martes, 23 de abril de 2024

Oda a los bombones

 

Morís en el paladar de mi boca como nieve cálida y oscura,

de la semilla nace el líquido denso y dulce que en el molde

artesano se volverá fruto de gloria fundiéndose en la ávida

lengua de un huésped feliz. Duros o cremosos, negros o blancos,

bendecidos en leche, preñados de almendra o trufa, de sabores

sin fin: frambuesa, avellana, coco, praliné, turrón, caramelo...

os deslizáis por mis papilas igual que un rocío de efluvios celestiales.

Algo hay en vosotros que oculta en su interior el alma de la alegría,

cada vez que mis dientes os hincan en vuestra dormida carne brota

un ángel que se derrama en mi ánimo como un dócil misterio de paz.

lunes, 22 de abril de 2024

El gladiador


En el Coliseo han dejado huella sus cáligas,
solo oye el clamor de la plebe al rematar a su enemigo,
suda la piel y sangra la espada, los dioses saben
que si asesina es por sobrevivir a la muerte, tiene familia,
tiene hijos y una casa en un país del norte a la que volver,
desprecia a los que contemplan el sufrimiento humano
sin conmoverse, algún día llevará la espada de madera
que le convertirá en elegido, no como el símbolo triunfal
de un hombre libre, sino como el recordatorio de todas
las atrocidades que costaron al mundo sangre y vidas.

*la espada de madera se le concedía a un gladiador como reconocimiento a sus triunfos y le daba la libertad.

domingo, 21 de abril de 2024

Las decisiones

 

Detrás de un pie va el otro

como una sombra en movimiento.


Pero ¿adónde la dirección que sigue

esta arquitectura de huesos y sangre?


Decir sí a la lluvia y no al sol, decir sí al sol y no a la lluvia,

en un caso la pérdida es la luz,

en el otro lo que se pierde

es el sonido vital del agua.


¿Cuál es el acierto si son necesarios los dos

como si no fuera posible un arco iris en el horizonte del mañana?


En este río que somos en el que hay que elegir afluente

la diferencia es prever cuál de ellos se secará más tarde,

por dónde se abrirá camino el elegido

si en algún lugar el cauce trazado con anterioridad

no sirve para acoger el manantial de toda una vida.


En el minuto previo a su muerte

un hombre evalúa las causas de su trayecto,

cierra los ojos

y asume lo vivido.


sábado, 20 de abril de 2024

Lo que viene y lo que queda

 

Vendrá el mar con su miel blanca a dormir otra vez

en la orilla, vendrá el frío del invierno como un animal

de escarcha a lamer las raíces de tu árbol cansado,

vendrá la luz a su hora porque el sol es un reloj

celeste de agujas amarillas, vendrá el pájaro del sur

a tu casa con el laurel en el pico y una herida en los ojos,

vendrá la nube con la forma de un nombre que repiten

tus labios, vendrá el viento agitando su monstruoso abanico

entre la furia y el perdón; quedará la mímica del recuerdo

como un ejercicio de amor y despedida, quedará el estío

y la réplica de las estaciones en un carrusel multicolor

que transita la senda de los años, quedará la luna

y el misterio de la noche como un alfanje pálido

que esgrime el dios de los sueños, quedará el can

del olvido ladrando a tu sombra abandonada 

entre sombras, quedaré yo si me ves en tus plegarias

como un ángel feliz que vuela con las alas de un niño.

viernes, 19 de abril de 2024

La llamada

Agreden las palabras cuando comunican un adiós.


Por eso escogiste un bar desconocido

y una hora en la que no nos veiamos,

la primera hora de la mañana.


Todo con la intención de no sentirte culpable.


Yo, en duermevela, escuché tu voz como un susurro lejano,

quizá tuviste miedo a decir la verdad,

a que oyera de ti cosas que no esperaba.


Tardaste diez segundos en hablar,

mi nombre surgió con un eco extraño,

lo que dijiste después ya se dijo muchas veces.


Son frases tópicas escritas en el manual de todas las rupturas.


El teléfono móvil sobre mi mesa parecía celebrarlo

con el emoticón de una risa parpadeando en la pantalla.